miércoles, 17 de enero de 2018

CROQUETAS DE COCIDO

Primera entrada del año, y en mucho tiempo,  y ya que ayer fue el "Día Internacional de la Croqueta" y aprovechando que, sin saberlo, hice croquetas caseras para cenar, os dejo por aquí la receta por si os animáis. Deciros de antemano que es una receta  muy sencilla de hacer y muy rica, además, si tenéis peques por casa, os pueden echar una mano, que seguro que como a la mía, les encanta enguarrinarse mientras os ayudan.

INGREDIENTES:

- Sobras de cocido (pollo y carne)
- Harina
- Sal
- Aceite de Oliva
- Nuez Moscada
- Huevo
- Pan rallado.

REALIZACIÓN:

En primer lugar picamos en trozos muy pequeños, si tenéis picadora, mejor, la carne que os haya sobrado del cocido, yo normalmente suelo usar pollo y falda.
Una vez que lo tenemos todo picado, lo echamos en una sarten con un poquito de aceite de oliva y freímos un poco.
Añadimos harina y mezclamos todo bien de forma que quede bien integrada la harina con la carne.
Después vamos incorporando la leche y vamos removiendo bien para que no nos queden grumos. Echamos un poquito de sal y un poquito de nuez moscada, al gusto.
Yo no tengo cantidades fijas de la harina y la leche, voy echando dependiendo de la cantidad de carne que tenga y de si quiero que me queden más suaves o más espesas y compactadas.
La masa ya estaría, yo lo que hago es cambiarla de envase a una fuente o plato hondo, depende de la cantidad que tengáis y cuando se haya enfriado, la dejo reposar en la nevera hasta el día siguiente, así quedan mejor, tanto de sabor como de consistencia.
Cuando vayamos a hacer las croquetas y aquí es donde viene la parte en la que los peques os pueden ayudar y se lo pasan en grande,  preparamos la masa, un plato con un huevo batido y otro plato con pan rallado, con la ayuda de un tenedor y con las manos siempre bien limpias, ya que vamos a trabajar con ellas, cogemos un poquito de masa,  dependiendo del tamaño que las queráis y le vais dando forma con las manos, si la masa es más consistente os va a resultar más fácil que si la dejáis demasiado suave.
Una vez dada la forma las vais pasando por huevo y pan rallado y ya están listas para freír y comer.

Como veis, parece más complicado de lo que en realidad es y es una buena forma de poder aprovechar restos de comida que nos haya sobrado como pollo asado, morcilla, si también soléis echarla al cocido o de cualquier otro ingrediente que os guste, yo recuerdo especialmente las que hacía mi abuela, con jamón york y huevo cocido o gambas, tengo que animarme a hacerlas un día de estos porque también están buenísimas. La realización es siempre la misma, lo único que cambia es el ingrediente principal.

Espero que os animéis a hacerlas y me contéis. 

Bon Appetit